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Calor y sequía, climas extremos para Michoacán

El país apenas está saliendo de temperaturas extremas a la baja; oleadas frías provenientes del norte de México siguen azotando sobre todo las partes altas de Michoacán

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

El país apenas está saliendo de temperaturas extremas a la baja; oleadas frías provenientes del norte de México siguen azotando sobre todo las partes altas de Michoacán, llegando a temperaturas bajo cero en las montañas, incluidas las que rodean la capital del estado, y donde se ha dejado sentir un clima inusualmente frío.

El clima gélido ha sido noticia desde diciembre pasado, cuando apenas iniciaba el invierno y ha desviado la atención social de otros pronósticos igual de graves, los que corresponden al calor. A 8 meses de que ocurrieran 4 fuertes ondas cálidas, las que se prolongaron más allá de lo que vaticinaron los climatólogos más experimentados, ya se habla hoy de la llegada de nuevas temperaturas altas y ondas de calor que le acompañan, y lo peor de todo, se advierte de sequías que afectarán la producción agrícola y la captación de agua.

Las ondas de calor de 2023 fueron también las más intensas en décadas, porque registraron temperaturas más altas debido a que anteriormente, en los meses de abril y mayo, hubo mayor contenido de humedad. Es importante hacer hincapié en que para 2023, el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó al menos cuatro ondas de calor, el mismo número de las registradas en 2022 y una menos a las registradas en 2021, cuando el organismo dependiente de la Conagua contabilizó cinco ondas de calor.

A esas advertencias del SMN se les debió poner atención en su momento, precisamente porque como resultado de dichas condiciones climatológicas ya se vislumbraba una peligrosa sequía para 2024.

Acciones a medias

En apariencia, en octubre del año pasado se dio un paso adelante para mitigar el problema; el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla firmó el 18 de ese mes el decreto de creación del plan hídrico para la mitigación de la sequía en Michoacán, tras mencionar que el estado enfrentó uno de los periodos más graves de su historia por el cambio climático y la alteración de los ciclos hidrológicos.

Durante la firma del documento por contingencia ambiental, el mandatario explicó que, en coordinación con la sociedad civil; los sectores agrícola y ganadero; y los gobiernos, federal, estatal y municipales, se implementarían acciones estratégicas para revertir los efectos del fenómeno que afectó en 2023 a 111 de 113 municipios.

Como primer paso, se estableció la Declaratoria de Emergencia por Sequía a través de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el gobierno estatal, misma que pretendió elevarse a desastre hídrico, para que la Federación contribuyera con inversión en obra pública para mejorar pozos, redes de distribución, plantas potabilizadoras y de tratamiento de aguas residuales, así como apoyos a productores agrícolas y ganaderos (lo que ocurrió sólo a medias).

En un recuento de los daños derivados del calor y la sequía, el secretario de Medio Ambiente, Alejandro Méndez, informó que se afectaron casi 59 mil hectáreas de cultivos, principalmente de maíz y sorgo, además de que la falta de lluvias impactó en el almacenamiento de las presas, que en promedio alcanzó el 46 por ciento en septiembre.

Aunque se establecieron reuniones periódicas con todos los sectores involucrados, no fue sino hasta el pasado 23 de enero que tuvo lugar el Primer Foro de Acciones para Mitigar la Sequía en Michoacán, donde las autoridades participantes revelaron que el 45 por ciento de los seis millones de hectáreas del estado, sufre sequía extrema; el 22, severa; el 6.3, moderada y el 24 por ciento se encuentra anormalmente seco (con información de la Comisión Nacional del Agua).

En este contexto y para combatir el problema, autoridades anunciaron esta semana la construcción de una planta tratadora de agua en Zamora y la rehabilitación de otra en Uruapan. Asimismo, se designarán 500 millones de pesos para obras hídricas en distintas regiones.

A 8 meses de la fatal onda de calor, el gobernador Ramírez Bedolla destacó que también como parte de las acciones que emprenderán para hacer frente a la falta de agua, este año serán decretadas 230 mil hectáreas de bosques como zonas protegidas, se realizará el monitoreo satelital para detectar incendios y afectaciones al ambiente y se continuará con el uso de los helicópteros para combatir incendios forestales, además de que se destinan más recursos en la producción de plantas de pino para reforestación.

Ramírez Bedolla también puntualizó que este año se designarán 500 millones de pesos, correspondientes al 30 por ciento del Fondo de Aportaciones Estatales, para la Infraestructura de los Servicios Públicos Municipales (Faeispum), para obras hídricas en las distintas regiones de la entidad.

Como parte de las acciones, el gobierno estatal después de 20 años aportó un millón de dólares al Fondo Monarca para dar un pago justo en el cuidado del bosque, así como que se recuperan plantas tratadoras de agua, tal es el caso de Uruapan o en Zamora donde se construye una mega planta.

El mandatario subrayó que tecnificar el campo es fundamental y urgente para generar ahorro de agua, pues es el sector donde más se desperdicia, además de que adelantó que se reforzará las brigadas antiincendios forestales porque se prevé que se anticipe la temporada de dichos siniestros. Recordó que también se hará monitoreo forestal satelital para detectar cualquier anomalía y cambio de uso de suelo, de igual manera, urgió, se debe limitar la zona de siembra de aguacate en los 56 municipios que lo producen.

Aumentará la sequía en 2024

La escasez del agua en México es cada vez más alarmante y se ha intensificado en los años recientes, las áreas del territorio mexicano con algún grado de sequía aumentaron en 2023 y en estas primeras semanas de 2024 solo una cuarta parte del país está libre de sequía.

Hasta ahora, tal pareciera que las sequías son solo un problema exclusivo del norte del país, pero la crisis hídrica se ha expandido a varias regiones del sureste. De acuerdo con el Monitor de Sequía de México de la Conagua, el porcentaje de áreas con sequía de moderada a excepcional a nivel nacional durante las dos primeras semanas de 2024 fue de 61.59 por ciento, es decir, 6.75 por ciento mayor que lo cuantificado a finales del 2023.

Siguiendo la información de Conagua, en lo que toca a la “sequía excepcional” tuvo un incremento en los estados de Sonora, Chihuahua, Durango y San Luis Potosí, y surgió en porciones de Sinaloa y Guanajuato.  Mientras que la “sequía severa a extrema” incrementó en el centro y occidente del país.

En sus mediciones, la Comisión establece cuatro categorías de sequía: moderada, severa, extrema y excepcional; esta última se caracteriza por las pérdidas excepcionales y generalizadas de cultivos o pastos, hay un riesgo excepcional de incendios, escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos, también es probable una situación de emergencia debido a la ausencia de agua.

En el caso de Michoacán, según el reporte federal, 107 municipios presentan algún nivel de sequía, lo que representa en términos porcentuales 94.7 respecto al total del estado, 82 municipios reportan sequía extrema, 22 sequía severa, 3 sequía moderada y 6 anormalmente seco. Solo el 1.2 por ciento del territorio michoacano no reporta afectaciones por sequía, en contraste con el 45.7 por ciento de área con sequía extrema y 22. 2 por ciento con sequía severa.

Las repercusiones

Derivado de la sequía del año pasado, las presas de El Bosque y Tuxpan, al oriente michoacano, presentaron una disminución en su almacenamiento, informó la Conagua durante su primera sesión informativa de enero. Los datos de la dependencia indicaron que, a comparación de 2022, donde El Bosque tenía un almacenamiento de 143 millones por metros cúbico, en 2023 pasó a contener 123 millones, con una disminución del 10 por ciento.

No hubo, por otro lado, precipitaciones pluviales; en El Bosque no se tuvieron registros de la caída de lluvia; mientras que Tuxpan su porcentaje fue solamente del 0.01 por ciento, lo que indica un nivel bajo de agua con respecto a años anteriores.

Por lo anterior, en las plantas potabilizadoras de ambas presas se presenta un déficit del 100 por ciento ante la falta de precipitaciones pluviales. Tan solo en 2022, la ubicada en el municipio de Tuxpan terminó el año con un registro de 0.48 como promedio general.

La dependencia anunció que la temporada de estiaje del año anterior y la que se prevé que acontezca en este, va a crear una nueva franja en las estadísticas colocando al 2023 con el registro históricamente más bajo que se tenga hasta el momento.

Por otro lado, unas 58 mil hectáreas de cultivos, sembradas principalmente de maíz y sorgo, se perdieron durante 2023 en Michoacán a causa de la sequía, en perjuicio de 20 mil productores de temporal, informó la secretaría de Desarrollo Rural (Sader). Los municipios donde los campesinos resultaron más afectados fueron Churumuco, Huetamo, San Lucas, Tiquicheo, todos de la región de la Tierra Caliente, así como Susupuato y Tuzantla, en el oriente del estado.

En rueda de prensa, el titular de la Sader, Cuauhtémoc Ramírez Romero, dio a conocer que como resultado de la escasez de lluvia ocurrida en 2023, el almacenamiento de agua promedio en las 22 presas de Michoacán apenas fue de poco más de 60 por ciento. A fines de diciembre pasado.

Ante esta situación, 30 por ciento de las 58 mil hectáreas siniestradas no podrán sostener ningún cultivo para el periodo del invierno que está corriendo debido a la falta de humedad; por ello, los agricultores recibirán apoyo inmediato para la construcción de abrevaderos, así como 500 toneladas de cemento, fertilizante, semillas y maquinaria para este 2024.

Entre otros efectos del cambio climático, en casi todo el estado hubo en 2023 una sequía generalizada, que muchos atribuyeron a la sobre explotación de recursos hídricos, al igual que a cultivos como aguacate y frutos rojos, que requieren demasiada agua. Ambientalistas y organizaciones indígenas y campesinas señalan como otro de los factores de este problema, la deforestación en áreas boscosas durante las dos últimas décadas, en las cuales se concedieron cambios de uso de suelo.

Ahora sí, a cuidar el ambiente

Por otro lado, en el territorio michoacano, durante 2024, se van a declarar como Área Natural Protegida 230 mil hectáreas de bosques y selvas, como parte de las medidas para mitigar la sequía, indicó el titular de la secretaría del Medio Ambiente del estado (Secma), Alejandro Méndez López.

Durante el Primer Foro Regional para mitigar la sequía en Michoacán, antes citado y efectuado esta semana, el funcionario estatal explicó que esto es como parte de las áreas que han detectado e identificado que son vitales para mantener la provisión del agua. Dijo que los decretos para la protección legal y material se harán durante este año, en puntos específicos donde se debe cuidar el agua.

A la par, informó que se hacen acciones importantes de conservación del lago de Pátzcuaro, en el Río Duero y otras cuencas, para tener resultados en el corto, mediano y largo plazo, contra la sequía. Hizo hincapié en que, pese a las condiciones climáticas extremas y el incremento de incendios forestales, se ha logrado disminuir el daño de hectáreas por siniestros, en un 30 y 15 por ciento, en los últimos dos años.Por eso, indicó que además se harán otros seis foros regionales para mitigar la sequía en Michoacán.

¿Cuándo comienza la temporada de ciclones en México?

Faltan 4 meses para que inicie la temporada de lluvias, ya que estas deben de comenzar el próximo 15 de mayo, también faltan 4 meses y medio para la temporada de ciclones tropicales, que arranca el 1 de junio. Pero ya se puede saber el posible comportamiento con la ayuda de los modelos matemáticos que van indicando lo que pudiera suceder con referencia a la próxima temporada de lluvias y de ciclones tropicales.

El primer indicio es observar el comportamiento que ha tenido desde 1995 de la Oscilación Multidecenal del Atlántico, que hasta ahora se mantiene en fase positiva, por lo que favorece la formación de los ciclones tropicales y también provoca que se tengan temporadas con formaciones de ciclones por encima del promedio.

Únicamente hay variaciones de esto con la presencia de los fenómenos de “El Niño” y “La Niña”, ya que con el primero disminuye el número y la intensidad a formarse, y con el segundo aumenta el número de formaciones y alcanzan intensidades mayores con facilidad, esta oscilación se espera siga en fase positiva por varios años más.

Un segundo factor y muy importante para este 2024, es el regreso del fenómeno de “La Niña”, ya que el fenómeno de “El Niño”, que estaba vigente hasta diciembre, ya entró en decadencia y para el mes de junio o julio habrá desparecido, por lo que se entrará a la fase neutra o directamente a “La Niña” débil, y como se sabe, esto ayudará a la formación en número e intensidad de los ciclones.

Y un factor más a considerar, es que en el océano Atlántico la temperatura de sus aguas superficiales está muy por encima del promedio, como estuvo el año pasado, lo que representa una enorme ayuda a la formación e intensificación más rápida de los ciclones en el menor tiempo.

En 2023, pese a que había el fenómeno de “El Niño”, el calentamiento anormal del océano Atlántico fue un factor importante para que los vientos cortantes que provocó dicho fenómeno inhibieran la formación de huracanes, tanto en número como en intensidad a alcanzar, y contra todo pronóstico, la temporada 2023 de ciclones en el Atlántico fue muy activa, con 21 formaciones con nombre.

En cuanto a la temporada de lluvias, el modelo de pronóstico CANSIP dice que se espera un periodo muy por encima del promedio. Como se observa, la situación no pinta nada bien este año, ya que podría haber una súper activa temporada de ciclones.

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