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Se fue el horario de verano

Se fue el horario de verano

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Luego de una fuerte polémica, críticas y argumentos a favor y en contra que se prolongaron durante años, por fin se dice adiós al horario de verano, tras de que, con 56 votos a favor, 29 en contra y cuatro abstenciones, el Senado de la república avaló la reforma a la Ley de Husos Horarios y pone fin al cambio de hora de verano que se aplica en México desde 1996. Fue hasta la madrugada de este jueves 26 de octubre que el pleno de dicha cámara aprobó la minuta para expedir la nueva Ley, quedando pendiente únicamente su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

De esta forma, el próximo domingo 30 de octubre, conforme a la ley aún vigente, en la mayor parte del territorio deberá atrasarse el reloj una hora, pues comienza el horario de invierno, pero esa será la última vez que se realice ese cambio en los relojes.

Durante la presente semana, el pasado martes, las comisiones unidas de Energía y de Estudios Legislativos Segunda del Senado aprobaron con 20 votos a favor y cuatro abstenciones de la oposición, el dictamen a la minuta que expide la Ley de los Husos Horarios y abroga la Ley del Sistema de Horario que ha regido los últimos 20 años, desde diciembre de 2001.

Cabe recordar que la iniciativa fue enviada en julio por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Cámara de Diputados, aunque ya había media decena de iniciativas de legisladores; en la aprobada, únicamente se agregó una disposición para que en el caso de que una entidad pretenda adoptar una de las zonas horarias en su territorio, el Congreso local podrá enviar al Congreso de la Unión la iniciativa para modificar el horario estacional o la zona horaria que se pretenda, a propuesta de la mayoría de los integrantes de ese Poder Legislativo, mismo que podrá realizar consultas ciudadanas; se destaca que será el Congreso de la Unión el que analice, con opinión de la secretaría de Gobernación, los casos de ese tipo.

Específicamente, la Ley de los Husos Horarios establece que en todo el territorio nacional habrá un horario estándar que se establecerá de acuerdo con las zonas horarias y que el horario estacional aplicará para la zona fronteriza norte, que abarca a diversos municipios de Tamaulipas, Chihuahua, Baja California y Sonora; sólo en ellos aplicará el “horario estacional fronterizo norte” desde las dos horas del segundo domingo de marzo, y concluirá a las 2:00 horas del primer domingo de noviembre.

Cómo quedarán los horarios

Con la nueva ley, México contará con cuatro zonas horarias, que se definen a su vez por el meridiano de Greenwich, que fue elegido como el meridiano cero para medir la longitud en 1884. Eso quiere decir que los horarios se dividen en cuatro:

  • Tiempo del Centro (Meridiano 90): se aplica en la mayor parte del territorio mexicano
  • Tiempo del Pacífico (Meridiano 105 oeste): se aplica en los estados de Baja California Sur, Chihuahua, Nayarit (excepto el municipio de Bahía de Banderas, el cual se rige conforme al tiempo Centro), Sinaloa y Sonora
  • Tiempo del Noroeste (Meridiano 120 oeste): se aplica en el estado de Baja California
  • Tiempo del Suroeste (Meridiano 75 oeste): se aplica en el estado de Quintana Roo.

Conforme a lo anterior, y de acuerdo con la nueva ley, habrá un horario estándar que se establecerá según las zonas horarias antes señaladas. Sin embargo, los estados y municipios de la frontera norte contarán con un horario estacional el cual surtirá efecto desde las dos horas del segundo domingo de marzo, y concluirá a las dos horas del primer domingo de noviembre.

Es menester recordar que, históricamente, la razón de ser del horario de verano fue la de aprovechar más la luz del sol para utilizar menos la energía eléctrica en las casas o en los edificios de trabajo. Pero la actual administración federal que comanda el presidente Andrés Manuel López Obrador, argumentó que no se han producido los ahorros de energía que fueron prometidos al entrar en vigor el cambio de horarios hace 26 años.

Durante la maratónica sesión en el Senado iniciada el miércoles 25, para concluir la madrugada del 26 de octubre, la presidenta de la comisión de Energía, Rocío Abreu Artiñano, argumentó que los ahorros energéticos han representado menos del uno por ciento respecto a las energías que se consumen cada año, con lo que “no ha cumplido con su objetivo, pero sí ha producido impactos negativos en la salud de la población”.

Además de las razones energéticas, el gobierno de AMLO envió la iniciativa (ahora aprobada) en julio pasado tras concluir que adelantar el reloj cada principio de abril es perjudicial para la salud, pues los expertos aseguran que ajustar los relojes en la primavera supone una alteración al ritmo circadiano, que controla el sueño.

La falta de sueño, explican, está relacionada con la diabetes tipo II, los ataques cardíacos y la depresión, aunque también existe la otra versión, en el sentido de quienes aseguran que esta práctica no supone grandes daños a la salud, salvo para aquellas personas que padecen trastornos del sueño.

No faltaron los argumentos discordantes en el Senado, como los de Xóchitl Gálvez Ruiz, senadora del Partido Acción Nacional, quien dijo que este dictamen va en contra de lo que ocurre en el mundo en esta materia, pues a nivel internacional el horario que se elimina es el de invierno, pues el horario de verano reduce la obesidad infantil, “porque tienes más horas de luz donde las mujeres y los niños pueden estar en el parque”. También señaló que disminuye la violencia y la incidencia delictiva.

La polémica siempre presente

El tema del cambio de horario desde hace 26 años ha causado polémica en los diferentes gobiernos: el hecho es que desde 2002 se presentaron 34 iniciativas de ley para establecer un horario estándar en el territorio nacional.

Fue hasta ahora, con López Obrador, cuando se obtuvo un apoyo esencial en las dos Cámaras del Congreso de la Unión para impulsar la iniciativa presentada el pasado 5 de julio. La secretaría de Gobernación expuso en ese momento una encuesta en la que señalaba que el 71 por ciento de la población mexicana estaba en contra del horario estival, además de que el horario de verano “solo” representaba un ahorro anual de 537 gigavatios por hora, lo que equivale a 0,16 por ciento del consumo nacional, o un monto de mil 138 millones de pesos.

En lo que se refiere a la Cámara de Diputados, aprobó el 26 de septiembre pasado la iniciativa de ley para eliminar el horario de verano en el país y establecer una hora estándar en todo el territorio, excepto en los municipios de la frontera con Estados Unidos. La propuesta de AMLO se aprobó con 445 votos a favor, 8 en contra y 3 abstenciones, pasando entonces a la cancha del Senado para su aprobación.

La nueva ley ha causado polémica porque coincide con una discusión en el Congreso de Estados Unidos sobre la posibilidad de eliminar también el cambio de hora, aunque los estadounidenses debaten preservar el de verano y México mantendría el de invierno.

Este desfase, según especialistas, podría crear disrupciones en el comercio internacional, los negocios y la bolsa de valores. Sobre ello, el Partido Revolucionario Institucional reconoció que el dictamen fue polémico y que su aprobación tendrá implicaciones que trascienden la ubicación geográfica de las diferentes entidades en el país. Según la diputada priísta Blanca Alcalá, esto impacta en las economías locales de las distintas regiones de México y, lo más importante, en la vida cotidiana de las personas.

Pero la grilla política también se dejó ver, pues Movimiento Ciudadano votó en abstención al tachar la iniciativa de “capricho” de López Obrador, pues se argumentó que se desconoce el impacto de su aprobación y cuestionar la urgencia que el Gobierno dio al tema.

Tema político

Los expertos señalan que en México existen pocos estudios fiables sobre los resultados y efectos económicos y sociales que ha tenido la medida durante los últimos 22 años.

En sus inicios, a mediados del siglo pasado, el movimiento del reloj servía para aprovechar las horas de luz natural y ahorrar energía, sin embargo, los especialistas coinciden en que a medida que la innovación tecnológica ha ido avanzando, este gesto ya no es tan determinante en el ahorro de energía eléctrica.

“En el momento en que se elige el modelo del horario de verano, la iluminación tenía un impacto muchísimo más fuerte en el consumo eléctrico de los hogares, en ese momento, lo normal era tener focos de 40 o hasta 60 watts para iluminar espacios, lo que ahora se puede hacer con tecnología LED con 6 u 8 watts”, refiere Víctor Ramírez, vocero de la Plataforma México, Clima y Energía (PMCE).

El especialista señala que en los datos presentados por la secretaría de Energía, habrá que considerar que 2020 y 2021 fueron años atípicos para la actividad industrial por la pandemia y por ende con menor consumo eléctrico. “Ahora habrá que hacer un estudio costo-beneficio comparando este ahorro con los problemas que se parece se han documentado en salud. Si atender esos problemas de salud te está costando más que el ahorro energético, parece que ya no tiene ninguna lógica mantener esta medida”, añadió el especialista.

Antes de 2018, el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (Fide) era el organismo encargado de evaluar los resultados del horario de verano. En su reporte de actividades 2013-2018, el fideicomiso declaró que la medida había demostrado su eficiencia en diversas partes del mundo para fomentar una cultura del cuidado de la energía.

“El horario de verano permite hacer uso de un mayor número de horas de luz natural en los hogares, lo cual permite un ahorro en consumo de energía eléctrica; por otra parte, el desplazamiento de la curva de la demanda permite un ahorro en demanda de energía. A ello, se suma otro elemento en la disminución del consumo de combustibles fósiles para la generación de energía eléctrica, con la consecuente disminución de emisiones contaminantes a la atmósfera”, refieren en su análisis. De 2013 a 2018, el Fide sumó beneficios económicos por esta medida por más de 26 mil millones de pesos, lo que contradice lo argumentado por el gobierno de López Obrador.

A partir de 2018, ya en esta administración, la secretaría de Energía asumió el mando de este análisis y de acuerdo con sus datos, en 2021 el ahorro atribuido al horario de verano fue de 537 gigawatts-hora, lo que supuso un 0,16 por ciento del consumo nacional, equivalente a mil 138 millones de pesos.

En la presentación del Gobierno, la secretaria de Energía, Rocío Nahle hizo hincapié en que desde 1996 el horario de verano ha contribuido a un ahorro energético menor al 1 por ciento anual (lo que los reportes del Fide refutan). “No hay un impacto por el que no podamos eliminar el horario de verano”, aseguró la funcionaria federal este martes.

El secretario de Salud, Jorge Alcocer, a su vez respaldó la decisión de López Obrador en su intención de sepultar la medida tras 22 años de vigencia. “Cada vez más los estudios muestran que las diferencias de tiempo entre el reloj social y el reloj biológico desafían la salud, la llegan a alterar, por lo que si queremos mejorar nuestra salud no debemos luchar contra nuestro reloj biológico; lo recomendable es volver al horario estándar, que es cuando la hora del reloj solar coincide con la hora del reloj social, el reloj de Dios”, dijo (sic).

Toda una cortina de humo

Pero la doble intencionalidad para derogar el horario de verano ya se ha dejado ver. El coordinador del PAN en el Senado, Julen Rementeria, declaró en su momento, previo a la aprobación, que esta iniciativa es una distracción para eludir problemas más graves en el país.

El senador por Veracruz sostuvo que, aunque tiene repercusiones sobre la economía del país, la eliminación del horario de verano no era un tema urgente de discutir y legislar, mientras que la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, consideró que el tema tenía que ser revisado con puntualidad y cautela. La senadora recordó que, en su momento, la implementación del cambio de horario fue difícil, debido a que “costaba un poco de trabajo hacer nuestra adecuación física, fisiológica, también, a determinados horarios”.

No obstante, es un hecho que la discusión y posterior eliminación del horario de verano ocupó grandes titulares durante los últimos meses, tendiendo una eficiente cortina de humo para ocultar las repercusiones del hackeo a la secretaría de la Defensa Nacional, los efectos del libro “El Rey del Cash” de Elena Chávez, la cuestionada labor del Ejército como agentes de seguridad civil, la malograda reforma educativa y las inundaciones de las deficientes nuevas refinerías, entre muchísimos otros temas fundamentales para el país.

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