Este 4 de enero, la hermana del jefe de gobierno capitalino, Martí Batres, rindió protesta como nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Se trata de Lenia Batres Guadarrama. Todo queda en familia cuando se trata de la 4T.
Llegó como se esperaba: soltando navajazos.
Luego de autonombrarse ministra “del pueblo”, acusó a sus ahora pares, de vivir desde hace 14 años en la “inconstitucionalidad” al negarse a equiparar su salario al del Presidente de la República como lo establece la reforma lopezobradorista.
“La insistencia en este tema no responde a una política o ideales de una visión partidista, simplemente considero nos corresponde acatar la Constitución”, dijo.
Lo menos que esperamos, es que su primera decisión como togada, sea la de equiparar su nuevo sueldo al de su jefe político, Andrés Manuel López Obrador y que en definitiva convenza a sus correligionarias, las ministras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, que hagan lo propio de una vez por todas.
Criticó el trabajo de la SCJN desde su perspectiva de militante de la 4T. “La Corte se enfoca en resolver temas con fuertes implicaciones políticas y deja de lado el activismo judicial, por ejemplo, para actuar ante la impunidad o inseguridad que aqueja al país desde hace 25 años”.
Su discurso y postura no dejan lugar a dudas, respecto de los motivos políticos y no jurídicos de su llegada a la Suprema Corte, a la que acusó de extralimitarse en sus funciones y haber caído en excesos, como el adjudicar facultades para legislar y reivindicar la reviviscencia de normas expresamente derogadas por el Congreso de la Unión.
“La Suprema Corte ha asumido una función de legislador positivo pues define normas que prevalecerán tras una declaración de inconstitucionalidad, invadiendo la esfera del Poder Legislativo que fue electo democráticamente”, destacó.
Señaló que otro de los excesos del Tribunal Constitucional del país, deriva del carácter inimpugnable de sus decisiones, lo que la ha llevado a confundir jerarquía de la Constitución con jerarquía de la instancia.
“No tenemos una Suprema Corte subordinada a la Constitución, sino una Constitución subordinada a la Suprema Corte”; recriminó que tome decisiones anticonstitucionales amparada en que sus decisiones son inatacables. “Debe autolimitarse y someterse a la auténtica jerarquía normativa de país”.
Y las y los ministros -siete en total- que tanto han defendido la constitucionalidad ante los ataques y amagos del autoritario presidente López Obrador, tuvieron por cortesía, que aplaudir su llegada.
No hay duda: Batres Guadarrama llega a la Corte, no para defender la Ley, sino al presidente López Obrador. “No me salgan con que la ley es la ley”.
