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Editorial| Pío, se echó la culpa pero no se calló

Pío, se echó la culpa pero no se calló

El pasado 6 de octubre, Pío López Obrador, hermano del Presidente de la República y de los mismos apellidos, compareció ante el ministerio público federal de la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales (FEDE), por presuntos delitos electorales que investigan en su contra a raíz de los videos en donde se le ve tomando un sobre y una bolsa de papel con dinero en efectivo.

Ayer le tocó comparecer ante la FEDE, a David León Romero, excoordinador nacional de Protección Civil y actualmente laborando para concesionaria de la Autopista Siglo XXI, Pinfra, quien era el responsable de entregar los sobres no solo a Pío, sino también el otro hermano, Martín.

“Si te cachan, te echas la culpa y te callas”, era el mantra del movimiento del hoy Presidente de México, en sus primeros dos intentos fallidos por llegar al cargo, como lo relata la periodista Elena Chávez en “El Rey del Cash”.

Pío López Obrador reconoció en entrevista con Expansión Política, haber recibido aportaciones para apoyar al movimiento de su hermano.

“No se hizo nada con ese recurso, se utilizaron… además estos señores, nuestros adversarios ahí exageran que fueron millones… aportaciones, fueron aportaciones para apoyar al movimiento con el tema de gastos menores, gasolinas, etc… para que nosotros pudiéramos movilizarnos y pudiéramos cumplir con organizar a la gente que quería un cambio verdadero en nuestro país. Pero no cometí ningún delito. Me siento con la conciencia muy tranquila, sigo con mi vida normal. Pero yo sí quiero que esto se esclarezca, que llegue a últimas consecuencias”.

Dos años ha cargado Pío con las denuncias en su contra, y su hermano Presidente ya se olvidó de él.

El problema, es que si cometieron delito Pío, Martinazo y David León: El que “Realice, destine, utilice o reciba aportaciones de dinero o en especie a favor de algún precandidato, candidato, partido político, coalición o agrupación política cuando exista una prohibición legal para ello, o cuando los fondos o bienes tengan un origen ilícito, o en montos que rebasen los permitidos por la ley”.

Y gracias a su hermano Andrés Manuel, ya es delito grave, de cárcel.

Pío se echó la culpa pero no se calló, y ahora ya no lo quieren ayudar. El fiscal José Agustín Ortiz Pinchetti, aseguró a Joaquín López Dóriga que la investigación hubiera terminado rápido, si no es porque “enredó el asunto terriblemente” al declarar a la prensa, que sí recibió dinero.

Por eso… calladitos.

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