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Opinión| Salario por día: un millón de pesos… Kilo de tortilla a medio millón

Salario por día: un millón de pesos… Kilo de tortilla a medio millón

Por: Marco Antonio Aguilar Cortés

El gobierno federal impone un juego desalmado a los salarios y a los precios. Las duras consecuencias de estos distractores las padecen los hogares mexicanos.

Los sueldos son las tortugas y los precios las liebres; éstos corren veloces, aquéllos se arrastran lentamente.

Ése, es un problema económico complejo, en donde no ha habido ningún presidente que nos diga la verdad de forma clara y breve.

Con todo su “humanísimo macuspano”, su “4T-cuatrote”, su “pejelagarto”, y su “ganso cansado”, el actual presidente miente a la población, pues ha resultado ser el más radical de los conservadores neoliberales.

Asegura el autócrata López: “Para el año 2023 el salario mínimo general subirá el 20%. Actualmente en la mayor parte de la república está en $172.87, y subirá a $207.44; pero en la frontera norte de nuestro país está en $260.34, y subirá a $312.41.”

Añadiendo alegre el presidente: “Nadie ha elevado los salarios como yo. Primero los pobres”.

Y es que nadie ha elevado los precios como él; y nadie ha hecho tantos millones de pobres como el totalitario López.

Fuerte elevación de precios advendrá en la encantadora y costosa navidad que nos espera.

El kilo de tortilla costaba 8 pesos en el año 2018; ahora en el 2022 el kilo de tortilla cuesta 25 pesos. Ha subido este artículo vital más de tres veces su valor en el obradorato.

Además los precio seguirán subiendo, y el salario seguirá a la zaga.

A la permanente mentira presidencial se suma su disfraz de “amigo del pueblo”. Ya en el semblante del bisoño déspota no cabe tanto impudor truhanesco, por eso todo se le enchueca.

Con seguridad confirma: “He reducido la pobreza… Estoy calificado internacionalmente como uno de los dos mejores jefes de Estado del mundo”.

La ONU informa: “En el mundo, se descarriló por completo la lucha contra la pobreza… México está con 60 millones de pobres, antes que Malí”; y por un buen número de actos de autoridad del gobierno (mexicano) ha recibido duros señalamientos que denotan a un ejecutivo muy descalificado internacionalmente.

La realidad, es que el presidente López es quien se autocalifica como segundo lugar, con base en sus “otros datos”, los que nunca ha enseñado públicamente.

Irritado, el autoritario presidente señaló: “La oposición y el INE pueden seguir juntos, porque al fin y al cabo les falta pueblo.” Y el alcalde morenista de San Juan de Sabinas, Coahuila, Mario Alberto López, mostró clara y públicamente cómo se gana al pueblo su tocayo López Obrador: lanzando billetes al viento como limosna a gente necesitada. La foto publicada resulta ilustrativa, majadera y penosa. 

Hace año y medio el presidente garantizó: “Acabamos con el huachicol; ese problema está resuelto”.

Empero, en Veracruz este reciente fin de semana confesó: “Seguimos teniendo problemas con el huachicol… antes robaban mucho, ahora no tanto”.

Respecto a lo malo del gobierno, el presidente, a cuatro años de su ejercicio, culpa a sus antecesores. No sólo mintió al asegurar que el problema del huachicol estaba extinto, sino que sigue mintiendo cuando afirma que antes ese robo de combustible era enorme, era un huachicolote, y ya para terminar su ejercicio sólo es un huachicolito.

No olvidemos cuando a finales de su campaña en 2018 se comprometió a que el litro de la gasolina costaría en su mandato a $10 pesos el litro. Ahora está en $24.15, y subsidiada.

Total, basta ya de mentir. Si suben el salario mínimo a un millón de pesos al día, el kilo de la tortilla estará a medio millón de pesos.

¡Esa no es la solución!

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