Por: Rosalinda Cabrera Cruz
Desde hace más de 30 años, México no sufría de una onda de calor como la que ahora le afecta. Prácticamente todas las entidades de la nación padecen de temperaturas por arriba de los 30 grados centígrados; las muertes derivadas de este fenómeno climatológico ya empiezan a registrarse (una de ellas en Michoacán) y nuevamente se puede percibir la nula estrategia para enfrentar estas contingencias en el país.
En lo que es la tercera onda de calor que azota a México en este 2023, durante esta semana al menos 22 estados registraron temperaturas entre 40 y 45 grados Celsius, de acuerdo con lo reportado por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN); la entidad más afectada, según el organismo, ha sido Sonora, con 50 grados, pero no ha sido la única, porque hay al menos otras 8 (entre ellas Michoacán) cuyos termómetros han llegado a entre 40 y 45 grados Celsius.
Una onda calor se define como el periodo de más de tres días consecutivos con temperaturas por arriba del promedio, lo que aplica tanto para las temperaturas máximas (las que se registran entre las 14:00 y 16:00 horas) como para las mínimas (entre las 05:00 y 07:00 horas); el fenómeno se debe a la presencia de un anticiclón en niveles altos de la atmósfera, el cual favorece un ambiente diurno muy caluroso sobre el noroeste, norte, noreste y occidente de la república mexicana.
Casi siempre viene combinada con humedad, que se mantiene durante varios días consecutivos y es más frecuente en las ciudades por la deforestación y la contaminación; entre sus características, destaca que genera pérdida de agua por evaporación, es local y sucede principalmente durante la tarde; en algunos sitios se ha llegado a registrar hasta los 57 grados.
Lo que provoca en la salud, incluye insolación, desmayos, golpe calor, deshidratación, diarrea y enfermedades en la piel; las señales de un golpe de calor son dolor de cabeza y convulsiones, pérdida del conocimiento, confusión, mareos, pulso rápido, sudoración excesiva, piel seca y caliente.
Calor inusual
Aunque por definición la onda de calor dura alrededor de 3 días consecutivos, la tercera de las cuatro ondas que se esperan durante esta temporada se ha extendido por dos semanas, según explica el subgerente del Pronóstico Meteorológico del SMN, Rafael Trejo Vázquez, precisando que “la número uno duró entre siete días nada más, la segunda duró entre 9 y 10 días y actualmente pues ya llevamos dos semanas con esta onda de calor, más los cinco y seis días que se prevé que continúe”.
El pronóstico es de miedo, según Trejo Vázquez, porque “se prevé que dure 5 o 6 días más, con temperaturas calurosas a muy calurosas en la mayor parte de la república mexicana, siendo los estados del noreste, el oriente, la península de Yucatán, el sureste y todos los estados del Pacífico mexicano, desde Chiapas hasta Sonora, donde se registren temperaturas por arriba de los 40 grados centígrados”.
Además de ser la onda de calor más larga, también ha sido la más intensa, explica, porque “ha registrado temperaturas más altas debido a que anteriormente, en los meses de abril y mayo, teníamos mayor contenido de humedad y la diferencia ahorita con la primera y segunda, es que la tercera onda de calor registra actualmente un bajo contenido de humedad”.
Es importante hacer hincapié en que para 2023, el SMN pronosticó al menos cuatro ondas de calor, el mismo número de las registradas en 2022 y una menos a las registradas en 2021, cuando el organismo dependiente de la Conagua contabilizó cinco ondas de calor. En lo que corresponde a la tercera, comenzó el 1 de junio y podría terminar al menos hasta el domingo 18 de junio, de acuerdo con la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México.
Medidas preventivas al vapor
Aunque los especialistas en el clima anunciaron desde febrero pasado que el país sería golpeado por al menos 4 ondas de calor, las medidas preventivas no se aplicaron sino hasta la tercera, que hoy golpea fuerte, cuando la población ya se encuentra en un serio riesgo, lo que se ha demostrado con al menos 6 fallecimientos por golpe de calor en distintos puntos del país.
Sobre todo, en el ámbito educativo, las altas temperaturas que se han registrado en los últimos días han ocasionado que las autoridades correspondientes hayan tomado la decisión de cambiar horarios escolares, o bien adelantar las vacaciones, con el propósito de proteger la salud de los estudiantes, aunque esto no se llevó a cabo sino hasta que empezaron los primeros fallecimientos.
Y siguen siendo pocos los que han decidido protegerse, pues hasta el momento, únicamente cuatro estados modificaron el horario escolar por las altas temperaturas: Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas y Durango.
En el primero se adelantarán las vacaciones de verano, por lo que el último día de clases sería el 30 de junio. Protección Civil estableció que en lo que resta de las actividades presenciales, las clases de educación física serán impartidas de 07:00 a 10:00 horas.
En lo que toca a Nuevo León, para los estudiantes de educación básica se autorizaron clases semipresenciales, de tal manera que se podrán tomar dos horas de clase en las aulas, mientras que el resto de la jornada será en sus domicilios. La medida aplicará del 13 al 20 de junio.
Para Tamaulipas, las autoridades de Altamira determinaron que los salones de clases sólo se podrán utilizar durante un par de horas, en tanto se mantenga la onda de calor. Por lo que toca a Durango, se recomendó no enviar a la escuela a los niños con padecimientos o enfermedades para evitar golpes de calor, que pueden generar un desmayo.
Las autoridades estatales de Michoacán, obligados más a la fuerza que por gusto para modificar sus planeaciones escolares, determinaron mediante un comunicado que entre las 10:00 y las 16:00 horas no puede haber actividades al aire libre; la secretaría de Educación en el estado pidió a las escuelas tomar medidas ante la ola de calor después de que se registraron temperaturas de 44 grados centígrados en algunas localidades.
La dependencia afirmó que un millón doscientos mil alumnos son capacitados por los maestros para evitar golpes de calor, principalmente en las regiones de la Costa y Tierra Caliente y paralelamente, se emitió una circular donde establece medidas para prevenir afectaciones por las altas temperaturas, entre las que destaca evitar las actividades en las que los menores de edad se expongan directamente al sol.
Se pidió reprogramar la jornada de educación física, recreos, ensayos y cualquier otra actividad, evitando que los niños estén bajo el sol entre las 10:00 y las 16:00 horas y hacer espacios constantes para la hidratación, procurando consumir de dos a tres litros diarios de agua natural, evitando los jugos, refrescos o bebidas azucaradas.
Invitaron a usar protector solar, ropa ligera, transpirable, de preferencia de colores claros, recordando que los uniformes escolares no son obligatorios. Entre otros llamados, añadieron que, de presentarse boca seca, piel roja y sin sudor, alteración en la respiración o fiebre, podría haber un golpe de calor, por lo que se deberá a acudir a un médico para la revisión y atención.
Es decir, todo fueron recomendaciones, pero no medidas concretas para enfrentar la contingencia de calor.
Y con ustedes, El Niño
¡Alerta! El Niño 2023 se perfila para ser uno de los más fuertes en los últimos 41 años; expertos en el tema indican que, de seguir la trayectoria, el evento climático podría romper récords.
Como si las cuatro ondas de calor no fueran suficientes, resulta que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó que los efectos del fenómeno “El Niño” podrían llegar a México durante precisamente este mes de junio, mediante huracanes en el océano Atlántico; la dependencia señaló que otros de los efectos que podría provocar es sequía por un tiempo prolongado, lluvias torrenciales acompañadas de inundaciones y deslizamientos de tierra, es decir una contingencia climática tras de otra, pero todas catastróficas.
Este fenómeno ocurre cuando el agua cálida que se encuentra bajo la superficie del Pacífico sube y se extiende a lo largo del ecuador hacia América. Durante nueve meses o más esto trae abundantes lluvias e inundaciones en diversas zonas, como los alrededores de Perú y Ecuador, así como sequías e incendios en sitios como Indonesia y Australia. Es parte de un ciclo denominado Oscilación Austral de El Niño.
Es difícil hacer una predicción previa de la también llamada “barrera de la primavera” en cuanto a si habrá una aparición de El Niño en un año determinado. El ciclo de Oscilación Austral de El Niño más o menos reinicia alrededor de abril-mayo-junio de cada año calendario.
Surge por el calentamiento de las aguas del Pacífico en la zona de Sudamérica, lo que ocasiona cambios en el clima, sequía en el centro de México y lluvias intensas en secciones del país e inviernos generalmente húmedos. De aparecer, El Niño podría durar entre 9 y 12 meses.
Su nombre se refiere al niño Jesús, porque el fenómeno ocurre aproximadamente en el tiempo de navidad en el océano Pacífico, por la costa oeste del sur de América. El nombre del fenómeno es Oscilación del Sur El Niño (ENSO por sus siglas en inglés). Es un síndrome con más de 7 milenios de ocurrencia.
Se detecta periódicamente, cuando en el océano Pacífico tropical se hace presente, mediante diferentes métodos, que van desde satélites y boyas flotantes, hasta análisis del nivel del mar, obteniendo importantes datos sobre las condiciones en la superficie del océano. Por ejemplo, las boyas miden la temperatura, las corrientes y los vientos en la banda ecuatorial; toda esta información la transmiten a los investigadores de todo el mundo.
El fenómeno se inicia en el océano Pacífico tropical, cerca de Australia e Indonesia, alterándose con ello la presión atmosférica en zonas muy distantes entre sí, hay cambios en la dirección y en la velocidad de los vientos, así como el desplazamiento de las zonas de lluvia a la región tropical.
En condiciones normales, también llamadas condiciones No-Niño, los vientos alisios (que soplan de este a oeste) apilan una gran cantidad de agua y calor en la parte occidental de este océano. El nivel superficial del mar es, en consecuencia, aproximadamente medio metro más alto en Indonesia que frente a las costas del Perú y Ecuador. Además, la diferencia en la temperatura superficial del mar es de alrededor de 8º C entre ambas zonas del Pacífico.
Las temperaturas frías se presentan en América del Sur porque suben las aguas profundas y producen agua rica en nutrientes que mantiene el ecosistema marino. En condiciones No-Niño, las zonas relativamente húmedas y lluviosas se localizan al sureste asiático, mientras que en América del sur es relativamente seco.
En cambio, durante el fenómeno de El Niño los vientos alisios se debilitan o dejan de soplar, la máxima temperatura marina se desplaza hacia la corriente de Perú que es relativamente fría y la mínima temperatura marina se desplaza hacia el sureste asiático. Esto provoca el aumento de la presión atmosférica en el sureste asiático y la disminución en América del sur. Todo este cambio ocurre en un intervalo de seis meses, aproximadamente desde junio a noviembre, así que ya está próximo a llegar.
¿Cuándo comienza la temporada de ciclones en México?
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) adelantó desde abril que la temporada de ciclones iniciaría el lunes 15 de mayo pasado, periodo en que las lluvias se intensificarían en el océano Pacífico, mientras que en el océano Atlántico las precipitaciones iniciarían el 1 de junio, previendo que en ambos litorales culmine el mal tiempo hasta el 30 de noviembre del año en curso, aunque las ondas de calor, sobre todo la tercera, alteró estas predicciones.
La titular del Servicio Meteorológico Nacional, Alejandra Méndez Girón, informó que para este 2023 la temporada de ciclones incrementará, aunque refirió que los meses con mayor actividad serán agosto y septiembre; “para 2023 se espera una temporada activa, se pronostica una temporada más activa de lo habitual en el océano Pacífico hasta un 30 por ciento más del promedio que corresponde a 15 sistemas”, explicó.
El número de eventos que se estarían esperando para las próximas semanas serían:
- Océano Pacífico: se esperan entre 16 a 22 sistemas
- Océano Atlántico: se prevén entre 10 a 16 sistemas.
Cabe señalar que Méndez Girón refirió que de los anteriores sistemas que se prevén para la temporada de ciclones, se espera que cinco toquen tierras mexicanas y generen afectaciones; pero hay otros eventos que también tienen en el radar las autoridades meteorológicas, contabilizándolas de la siguiente forma: para el Océano Pacífico dos depresiones tropicales, 10 tormentas tropicales, seis huracanes fuertes (categoría 1 y 2) y tres huracanes intensos (categoría 3, 4 y 5).