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Sexta ola: La enfermedad que llegó para quedarse

 Sexta ola: La enfermedad que llegó para quedarse

Por: Rosalinda Cabrera Cruz

Ni duda cabe, en vísperas del año 2020 llegó al mundo un nuevo padecimiento que llevó a miles de personas a la tumba; a otros tantos, sobrevivientes de la enfermedad, les quedaron secuelas respiratorias; de la misma manera, el mundo entendió lo que significa la palabra reclusión; pero el COVID-19 también trajo consigo el desarrollo de nuevos medicamentos y vacunas para combatirlo… pero cuando todo parecía estar bien, el conocido coronavirus regresó, pero ahora acompañado por otras enfermedades de las vías respiratorias.

El tema del COVID-19 vuelve a ocupar los titulares de los medios de comunicación, porque durante las últimas semanas (desde el 24 de octubre pasado), su repunte en México sumó alrededor de 7 mil contagios, por lo que fue reconocida de manera oficial la sexta ola por parte de la secretaría de Salud federal.

El ya conocido Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud federal, trató de restar importancia al caso, al calificar como “lento” el incremento de casos positivos; las cifras del Informe Técnico Semanal de la SS establecieron al 13 de diciembre 20 mil 642 casos activos en el país, lo que implica un aumento de 6 mil 920 casos positivos en comparación con el reporte anterior.

Conforme a dicho reporte, las 10 entidades más afectadas por el repunte son Quintana Roo, Ciudad de México, Tabasco, Yucatán, Sonora, Chihuahua, Baja California, Campeche

Morelos, y Nuevo León, donde incluso las autoridades activaron, de manera obligatoria, el uso de cubrebocas en espacios cerrados. Es de destacarse que, en el resto del país, aunque con menores cifras, sí admiten que el número de casos han ido al alza.

Al participar en El Pulso de la Salud, durante la conferencia mañanera del presidente López Obrador del 13 de diciembre, López-Gatell señaló que el repunte de casos de COVID-19 en México es similar a lo que sucede en otras partes del mundo durante la época invernal, cuando aumentan las infecciones respiratorias, así que se prevé que la enfermedad entre en fase estacional, es decir, sin oleadas de contagios en primavera y verano, y que sea uno más de los 360 virus respiratorios identificados que afectan a las personas.

De igual manera, detalló que se prevé un incremento en el número de personas hospitalizadas en las próximas semanas; no obstante, dijo, no tendrán la misma gravedad y mortalidad que en picos anteriores.

Pero no viene sola

De manera casi imperceptible, la nación registró el rebrote en los últimos 37 días, de acuerdo con datos del Informe Técnico Semanal, y lo más alarmante ha sido que los casos positivos se multiplicaron por cuatro en las cinco semanas más recientes, al pasar de 3 mil 223 a 13 mil 722 entre el 1 de noviembre y el 6 de diciembre, fecha del reporte más reciente, pero conforme avanza la temporada de frío, los casos de COVID-19 en México comienzan a repuntar por la presencia de las subvariantes “Xibalbá” y “Perro del infierno” que amenazan las fiestas decembrinas.

El doctor Rodrigo García López, del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó a través de una videoconferencia que la nueva variante mexicana BW.1, conocida como Xibalbá, domina actualmente la península de Yucatán, y que se ha encontrado hasta en 75 por ciento de los genomas secuenciados semanalmente en esa región, según cifras del portal Research Square, que publicó el estudio del investigador mexicano.

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Pero esta variante no ha sido la única aparecida en el rebrote, porque de acuerdo con la revista Nature, aparece también la subvariante de ómicron conocida como “perro del infierno”, de la que hay casos reportados por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), en la Ciudad de México, Edomex, Nuevo León, Chiapas, Campeche, Baja California y Yucatán, así como la XBB o “pesadilla”, que es potencialmente más inmune y podría tener una ventaja de crecimiento que aumentaría la propagación del virus.

La variante Xibalbá es una subvariante de la cepa de ómicron que desciende del linaje BA.5.6.2 (igual que la llamada variante Perro del infierno). Se considera que pudo haber surgido en México a principios de julio y rápidamente se volvió dominante en la península de Yucatán (Campeche, Quintana Roo y Yucatán) en octubre pasado.

Por el momento, la incidencia de mortalidad no ha aumentado; sin embargo, ante la determinación de algunas entidades y personas de flexibilizar las medidas de protección, entre lo que se puede citar el uso de cubrebocas, (como es el caso de Michoacán), en estas fiestas decembrinas puede darse un incremento de enfermos.

Y eso no es todo…

Antes de COVID-19, la mortalidad por infecciones respiratorias no rebasaba el cinco por ciento; con la pandemia de SARS-CoV-2, se elevó al 60 por ciento durante las primeras semanas de 2020, lo que puso al mundo en alerta.

Con los nuevos medicamentos y adecuada oxigenación, en la actualidad ha sido posible reducir la mortalidad por COVID e influenza a menos del 20 por ciento, pero esto por separado. Hoy se registran casos en donde estas enfermedades vienen de la mano y de manera simultánea, por lo que se registran en los hospitales pacientes muy complicados.

Como ya se mencionó, en México ya inició la sexta ola de contagios por COVID-19 y lo grave es la circulación simultánea de otros virus y enfermedades respiratorias que podrían saturar los servicios hospitalarios en 2023, aseguró por su parte Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En reciente video difundido por la Máxima Casa de Estudios de la nación, el especialista señaló que “la epidemia de infecciones respiratorias actual, que configura la sexta ola de la pandemia, es más compleja porque participan COVID, influenza y otros virus respiratorios”.

Aseguró que la sexta ola de contagios inició el 24 de octubre y sostuvo que, con base en reportes epidemiológicos de la secretaría de Salud, del 11 de octubre al 24 de octubre, se registraron 2 mil 943 casos activos y del 22 de noviembre al 5 de diciembre se elevó a 13 mil 722, lo cual representa un aumento superior a los 10 mil casos en casi mes y medio.

“Es una ola que se está configurando de una manera diferente. Las infecciones no son tan graves ni tan letales como lo fueron las otras olas”, aclaró.

A su vez, Jorge Luis Sandoval, neumólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (Iner) explicó que durante “los tres primeros meses del año que viene, tenemos que estar pendientes en darle seguimiento a los brotes que se presenten. Creo que no va a haber nuevos avisos de un nuevo agente etiológico que no conozcamos, pero debemos estar al pendiente”.

Advirtió que en Estados Unidos se identificó algo denominado como “covid-flu”, es decir, covid con influenza, “y hay gente que va a tener las dos infecciones. No la mayoría. La mayoría va a tener o sólo covid o sólo influenza o solo un virus sincicial (resfrío común), o un metabetavirus. Pero aquellos que tengan la combinación, vamos a estar más pendiente de ellos para darle tratamiento dual”.

El miedo, en este caso, a una tripledemia, ya se registra en Estados Unidos y los primeros casos se encuentran presentes en México, donde se combina la actividad epidémica de COVID-19 y un número alarmante de casos del virus respiratorio sincitial (VRS).

Aunque el escenario para México es diferente actualmente, es importante recordar que en las cinco olas que se han presentado en el país está el antecedente de la actividad epidémica en Europa y Estados Unidos y ahora, con las fiestas decembrinas, donde México recibe la visita de trabajadores migrantes que radican en el vecino país del norte, los riesgos se incrementan significativamente.

Los síntomas

A pesar de que los síntomas de COVID son, en su mayoría, indistinguibles, estos son los signos más frecuentes para detectarlo: dolor de garganta, dolor de cabeza, congestión nasal, tos, estornudos, fiebre, secreción nasal, fatiga, pérdida del olfato y/o el gusto, dificultad para respirar y diarrea.

A su vez, los síntomas del virus sincitial, con más frecuencia aparecen entre cuatro y seis días después de la exposición al virus. Según Mayo Clinic, en los adultos y los niños mayores, el virus sincitial causa síntomas como: nariz congestionada o que gotea, tos seca o intensa, fiebre baja, dolor de garganta, estornudos, dolor de cabeza, dibilancia al respirar, un sonido agudo que, generalmente, se escucha al exhalar, respiración rápida o dificultad al respirar y cansancio inusual (letargo)

En el caso de la influenza, los signos y síntomas suelen aparecer de manera repentina. Las personas enfermas a menudo tienen algunos de estos síntomas: fiebre o sentirse afiebrado/con escalofríos, tos, dolor de garganta, mucosidad nasal o nariz tapada, dolores musculares y corporales, dolor de cabeza, dolor al tragar, dolor en el pecho, dolor de estómago, fatiga (cansancio); algunas personas pueden tener vómitos y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos.

Para prevenir la tripledemia, los especialistas recomiendan completar el esquema de vacunación contra COVID-19 con los refuerzos que correspondan de acuerdo con la edad o condición de salud individual; usar correctamente el cubrebocas al realizar actividades en espacios cerrados; ventilar de manera permanente lugares cerrados donde se realicen actividades; tener higiene individual (lavado de manos, uso de gel, estornudo de etiqueta) y limpieza de instalaciones.

Ante la presencia de síntomas de enfermedad respiratoria, evitar sitios encerrados de trabajo, estudio o esparcimiento y suspender viajes, para reducir el riesgo de contagios; no automedicarse, vigilar la evolución e identificar oportunamente cualquier complicación.

El caso de Michoacán

Elías Ibarra Torres, secretario de Salud de Michoacán, habló sobre los datos de la pandemia de COVID en Michoacán y las medidas de prevención. Precisó que la entidad se ubica en el lugar número 31 de 32 estados en casos positivos diarios, o sea que está prácticamente en los últimos lugares.

De igual forma, la cobertura de vacunación se encuentra con al menos una aplicación en los mayores de 5 años hasta la edad adulta del 92 por ciento, y un 83 por ciento de esquemas completos.

A la fecha se han aplicado 8 millones 3 mil dosis de biológico de las diferentes vacunas y más de 2 millones de refuerzo, lo que se traduce en que Michoacán es uno de los estados que han tenido una cobertura más amplia de vacunación.

De igual forma, en la entidad se registran cifras bajas de casos positivos diarios, aclarando que en la información que se ofrece diariamente, “no es que se tengan 15 pacientes hospitalizados de COVID, sino que es una red de infecciones agudas graves que no son coronavirus, sino infecciones de vías respiratorias.

Los pacientes hospitalizados de COVID de igual manera son en números reducidos, aunque han ido en aumento; puntualizó que en los tiempos fríos, como diciembre, enero y una parte de febrero, se incrementan las infecciones respiratorias de otros virus que, como tuvieron 2 años en silencio, no dieron manifestaciones, como lo es el virus Sincitial respiratorio y el virus de la influenza A, que se están sumando cada día más frecuentes, tras recuperar lo que ya es endémico.

Sin embargo, consideró que el COVID en Michoacán sigue en niveles bajos y que no hay alarma; se continúa en semáforo verde “y es un verde tierno prácticamente y tenemos buena cobertura de vacunación. Más, sin embargo, seguimos nosotros informando, reforzando las medidas preventivas que ya conocemos y que acudan a vacunarse”; finalmente, dio a conocer que este sábado llegarán a Michoacán casi 150 mil dosis de biológico de la vacuna cubana contra el COVID-19.

¿Bajará su gravedad?

Aunque sin admitirlo de manera oficial hasta ahora, México cumplió 10 semanas continuas de incremento de contagios, en la versión del subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, quien informó que las hospitalizaciones por coronavirus aumentaron de cuatro a seis por ciento en camas generales y de uno a dos por ciento en camas con ventilador.

Cauteloso, explicó que, si bien no hay un aumento considerable en el número de muertes, sí se elevaron los decesos en un promedio de cinco a siete diarios, lo que atribuyó a la aparición de las nuevas sub variantes.

“Hay noticias que no son agradables, pero también hay alentadoras, pues lo que vemos es el comportamiento de la variante ómicron”. Según el funcionario, las personas infectadas presentan síntomas parecidos a los de un catarro común, característicos de ómicron, con menor probabilidad de daño a los pulmones y “es por esta razón que, durante esta ola, a comparación de la quinta, se ha reportado un lento crecimiento de la epidemia, ya que la inmunidad de la población, adquirida a través del contagio o de las vacunas, ha dado resultados”, concluyó.

Nuevamente, la esperanza para frenar la sexta ola en estos momentos se finca en que las vacunas proporcionen cierta protección contra las variantes, porque no solo estimulan los anticuerpos, sino también otras células inmunitarias que atacan a las células infectadas por el virus. Las mutaciones de la proteína de la espícula no atenúan esa respuesta, que la mayoría de los expertos consideran decisiva para prevenir la enfermedad grave y la muerte.

Con el argumento de que es posible que la inmunidad disminuya a partir de los seis meses después de la vacunación, algunos expertos en salud continúan promoviendo las vacunas de refuerzo para aumentar los niveles de anticuerpos, algo que parece ya fue aceptado por las autoridades sanitarias en México.

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